La episteme de Sylvia Marcos como referente para reflexionar en la iconología y contribución histórica de las mujeres zapatistas contemporáneas. María Alicia Dorantes Camacho

El estudioso del movimiento zapatista contemporáneo debe agradecer a la episteme de Sylvia Marcos, a sus valiosas aportaciones que nos aligeran el camino para entender la contribución histórica de las mujeres zapatistas contemporáneas sin precedentes.

Sylvia Marcos nos introduce en el estudio del nuevo mundo de las mujeres del movimiento zapatista en proceso dialéctico de creación, en su devenir histórico que no ha finalizado, como señala Sylvia Marcos en su libro “Una Poética de la Insurgencia Zapatista” y el apotegma del movimiento zapatista contemporáneo FALTA LO QUE FALTA (Subcomandante Marcos, Paco Ignacio Taibo II 2005). 

A partir de pensar lo anterior, Sylvia Marcos nos invita a especular en la creación de un nuevo código de expresión, el cual aplica en un nuevo sistema de representar formas plasmando la época actual, manifestado en el estilo del arte zapatista contemporáneo o SAZ siglas utilizadas para nombrar este arte (Parres Gómez, Francisco 2023). 

Para pensar esto último me permito utilizar la descripción que hace (Parres Gómez 2023) de la instalación Habrá una vez, hecha por milicianas y milicianos zapatistas, 2017 (Fig. 1): 

Los personajes que se muestran, en su mayoría mujeres, realizan actividades como la de la asamblea, en donde toman las decisiones; la enseñanza y su sistema de educación; las labores de los trabajos colectivos, como el cultivo de la milpa y el café; además del cuidado de los animales, hechos en su mayoría de barro y tela, como conejos, gallinas, peces, también varios Gato-Perro en las azoteas, algunos armadillos y otras especies más de clima selvático, como serpientes (Parres Gómez 2023).

Esta representación nos introduce e ilustra en el estilo propio del arte zapatista contemporáneo a partir de un nuevo código de expresión (ver Fig. 1): en la imagen en el portal de la casa a la izquierda se lee: Casa de como mujeres que somos; ejemplo estético de un nuevo mundo de mujeres militantes conscientes de sus derechos, tesis que la Dra. Sylvia Marcos plantea en el libro de su autoría “Una Poética de la Insurgencia Zapatista” (2023) Queremos que sea reconocida nuestra forma de vestir, de hablar, de gobernar, de organizar, de rezar, de curar, nuestra forma de trabajar en colectivos, de respetar la tierra y de entender la vida, que es la naturaleza que somos parte de ella, Sylvia Marcos acopia las palabras de la Comandante Esther (2001). Continua Sylvia Marcos: Mi argumento es que la comprensión de las particularidades de formas locales de saber revela aspectos ocultos de las luchas de resistencia de los pueblos indígenas, las cuales –al mismo tiempo- se adaptan a situaciones contemporáneas. Esta aparente paradoja sólo puede ser comprendida a profundidad cuando uno reconoce la otredad de un universo epistémico, el cual no está basado en categorías binarias mutuamente excluyentes (Marcos Sylvia 1998). Otro ejemplo en el SAZ lo podemos ver en la instalación referida anteriormente (Fig. 1) en la escultura de la niña sentada en un caballo amarillo con el balón de futbol en su regazo, refiere lo que Sylvia Marcos menciona acerca de los derechos de las niñas zapatistas …Yo como niña tengo derecho a todo 

… tengo derecho a hacer lo que yo me gusta, diría Marina en La Garrucha. Ella es una niña de ocho años (Marcos Sylvia 2003).

Invito a mis colegas historiadores del arte a estudiar la obra de Sylvia Marcos para recuperar y entender cómo se ha reformulado la episteme en la praxis del movimiento zapatista contemporáneo a partir de la transmisión de la Mnemosyne del método de Aby Warburg (1866-1929).  A entender y disfrutar el arte zapatista contemporáneo o SAZ en la época del arte virtualizado (Joseph Nechvatal, 2004) definida por Illich como la edad del cuarto régimen escópico o del show,  a  sentir, como Illich señala, que nuestros pies se paran en el espacio de la realidad de los sentidos, de la carne, a situarnos dentro del ámbito de la poiesis,  

Con la transición de la edad de la imagen a la edad del show, ya no hay terreno común entre el aparato que registra, el objeto registrado y el espectador, el espacio en que se presentan los objetos no está en continuidad con el espacio del espectador, y además, no le ofrece ningún lugar donde pararse; por lo tanto, éste sólo puede entregarse al show, ser absorbido por él, no lo puede contemplar como una imagen. (Illich Ivàn 1993).  

A pensar que el SAZ es un arte que tiene el poder de no ser un subsistema dentro del sistema a diferencia el arte virtualizado:

el show es el transmisor o interface entre sistemas, mientras que la imagen era una entidad suscitada por la imaginación. Al pasar de la edad de la imagen al régimen del show, la mirada pasa de ser una relación entre sujeto y objeto, o sujeto y sujeto, a ser una relación entre sistemas. El show reduce al rango de subsistema en un sistema del cual todo lo que tengo que conocer para funcionar en él es la interface. Por lo tanto, el show es el estado momentáneo de un sistema cibernético, mientras la imagen siempre implica una poiesis (Illich Ivàn 1993).

 Y pensar a el SAZ como un arte presencial, se puede apreciar con los sentidos, con la carne con la imaginación y denota la libertad y dignidad del movimiento zapatista contemporáneo, con formas que logran sobrevive al tiempo como lo explica Jean Robert: 

el historiador de la mirada debe reconocer que ningún régimen escópico ejerce un monopolio absoluto sobre su tiempo. Formas pasadas de mirar sobreviven …Puedo aún mirar activamente, lo cual significa lo contrario de la integración a sistemas interactivos. Quizás es en estos remanentes de regímenes escópicos pasados donde puedo recobrar libertad y dignidad. Para no entregarme, no dejarme absorber por los shows y juegos interactivos puedo, contra la lógica de esta edad escópica, reconstruirme un punto de vista (Robert Jean 2004).

El arte zapatista contemporáneo invita al espectador desde una mirada dialéctica radiante a descubrir en las divergencias y contenidos ideológicos un arte de denuncia ética …que fragua un devenir de autoconciencia comunitaria libre. (Robert Jean 2004).

Concluyo, las formas estéticas del SAZ recrean un mundo nuevo en correspondencia con su forma ética de pensar, logrando  con la utilización de un estilo del pasado y  del presente un nuevo código de expresión que conforma todos los mundos,  reflexionemos lo anterior  y caminemos acompañados de los textos de  Ivàn Illich, Sylvia Marcos, Jean Robert 

Es necesario hacer un mundo nuevo. Un mundo donde quepan muchos mundos, donde quepan todos los mundos. (Subcomandante Marcos 1996).

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(Fig. 1)
 María Alicia Dorantes Camacho