Activista feminista, escribe y borda para sacar la incendia que tiene en el pecho o para tranquilizar la mar que se desborda por sus ojos. Apasionada de ocupar las calles y las paredes porque ¡claro que son nuestras! Bordadora amateur, amante de las plantas y de los días nublados. Triste, intensa, alocada, optimista de clóset, convencida de que las redes de mujeres salvan vidas y de que otros mundos mejores son posibles.