Pueblo abandonado, un poema de Rubén Rivera

Llueve, los árboles se ven más verdes. 
Ardillas y lagartijas entran a las casas abandonadas. 
Las mesas son un silencio interminable, la luz se pudre,  
la ropa dispersa por todos lados como hojas. 
Llueve y solo se oye el lamento de las palomas 
y la esperanza deshaciéndose en las casas de los desplazados.



Foto: Rubén Rivera. 2023