Cada instante de nuestra vida

Arturo Medel

Arte. Fotografía

Fotoensayo

La vida misma es Sagrada, cada experiencia, cada momento que lograba capturar el instante; en lo que anteriormente era la fotografía. Henri Cartier-Bresson afirmó: “La fotografía es, para mí, el impulso espontáneo de una atención visual perpetua, que atrapa el instante y su eternidad.”1 Este concepto actualmente cede el paso a la recreación de la realidad por medio de Inteligencia artificial, el “instante decisivo” seguirá siendo probablemente en fotografía analógica y muy poca en la visión de fotógrafos que utilizan cámaras digitales; se convierte en “ética fotográfica” por así nombrarla en estos tiempos.

Cada instante de nuestra vida trascurre como una película de 24 fotogramas por segundo representado en Full HD; sabiendo en sí, que el ojo humano no puede percibir mayor resolución de 1920 x 1080 y a esto se suma la relación entre la distancia a la que está un objeto y la capacidad de distinguirlo.

El instante preciso en el que el acto de lo humano y no humano se anticipa a concretarse es como se percibe como un acto sagrado, ese momento que ya jamás se repetirá de la misma manera… La equivalencia de lo sagrado sería en fotografía el aquí y el ahora, un acto mágico, misterioso y espontáneo. Más allá de los sentidos de la percepción, la realidad actual requiere retomar la ética fotográfica para devolver la magia, lo inesperado, lo misterioso y convertirlo en un acto de honestidad en un “instante decisivo”.

1 Cartier-Bresson, Henri. (2003). Fotografiar del natural. Editorial Gustavo Gili. Barcelona. p. 35.