Nostalgia de Sirio de Alfonso D´Aquino. Una reseña por Ricardo Ariza

En Nostalgia de Sirio la luz que refleja la conciencia sobre los objetos y las cosas deviene en poema, cual sombra del objeto y de la idea. El poema es también luz oscura o sombra brillante; cada verso muestra otros lados, las otras caras de los hechos que sorprenden y provocan interpretaciones que juegan en anversos y reversos, mostrando sus cualidades polisémicas.

Leer poesía con los ojos de la sorpresa, como si fueran las primeras palabras aprendidas acerca de un universo desconocido. “Ese haz de luz de la ninfa de Cranach/ es tan sólo la luna en la ventana”. Ninfa. (p. 17)

Ediciones Odradek
Huitzilac, 2023, 88p.

La poética de Alfonso D´Aquino logra su desnudez destellante al concentrarse en las palabras como materia y material, sobre la importancia de la idea. Su naturaleza micro y macroscópica nos abre un mundo de entendimiento orgánico. La luz en Nostalgia de Sirio existe, si bien en el tiempo y el espacio personalísimos del autor, también en la reflexión en la que el lector se sumerge en esta obra —producida por Ediciones Odradek (2023) en las montañas de Huitzilac, Morelos—, entre un punto y otro, en el umbral, en el perímetro de la vida cotidiana en donde en la otra habitación juegan los gatos y en donde, aquí, el sol nos lanza su gravedad acumulada, su calor en positivo, sin embargo, el sol también tiene otra cara, una ausencia presente: “Espectral lucidez/ en la que se confunden/ metales y animales/ el plomo de Saturno/ y el veneno de Venus”. Umbrátil. (p. 11)

Es constante en la obra del poeta Alfonso D´Aquino su interés por el arte y la naturaleza, por lo que ha sido considerado un poeta dentro de la corriente de la ecopoesía, escribe, también, sus versos con términos científicos, para hacer presente la necesidad de preservar los ecosistemas, esos otros universos que no vemos regularmente pero que nos rodean y de los cuales depende nuestra existencia sobre la tierra.

El oficio editorial y tipográfico, la pintura y la fotografía, forman parte del lenguaje plástico expresivo de sus observaciones acerca de la realidad y de la naturaleza humana, animal, geológica, botánica y astronómica en el mundo, así como los mecanismos de relojería de la traducción poética; todo esto lo ha llevado a practicar una especie de retiro en los bosques de Cuernavaca, rodeado de colecciones de rocas, cristales, libros y música, desde donde, a partir de 2019, dirige Ediciones Odradek. “Y mientras deambulo/ entre pastos secos/me deslizo a ciegas/ a la orilla opuesta”. Armilar / I. (p. 39)

Editor, poeta y traductor, Alfonso D´Aquino ha logrado el equilibro de mantenerse alejado de los círculos literarios y muy próximo a la poesía, dejando que su obra actúe por sí sola dentro de la tradición literaria de nuestro país y de Latinoamérica. “Y como una visión dentro de otra vi/ aquella forma informe de luz azulina/ como otra sombra insomne que iluminara con su reflejo la piel de un lago/ irisándose/ bajo las antorchas y los astros”. Canto ciego. (p. 41)

Su poética musical y visual es una indagatoria acerca de la existencia humana y no humana, por ende, filosófica, que busca desentrañar los misterios de la luz y de la oscuridad como fenómenos ópticos y simbólicos, de los estados de ánimo de la energía vital y del polvo en que se convertirán todas las cosas. “Viene mi gata/ a mí/ más silenciosa ahora/ que la niebla/ o el sueño”. En la muerte de mi gata. (p. 61)

El libro está compuesto de tres partes. Graphos es el gozne en “donde el axis es el nexo” entre la colección de poemas. Poema de entrecruzamientos, es también un universo alfabético con dedicatoria al tipógrafo e impresor fundador del Taller Martín Pescador de Tacámbaro, Michoacán, Juan Pascoe.

Los poemas de las partes I y II son instantes percibidos como a través de la óptica de un microscopio de laboratorio, previsto por la iluminación de los sueños, la luz de la imaginación y las sombras del tiempo. El libro también contiene 15 fotogramas de interfaces, microfilamentos, morguellons, trombos y otras estructuras sintácticas, que son, como lo dice la edición en la página 96, una “serie de imágenes de laboratorio tomadas de los videos de Carrie Madej, Jane Ruby, Ricardo Delgado y el Royal Melbourne Hospital”. Los fotogramas incluidos, su orden, representan otro poema visual, cuya función gráfica está enmarcada en el conjunto de libros publicados por Ediciones Odradek; espejo de las sensaciones que evocan las imágenes logradas a través de las palabras; son varias ópticas las que observan la realidad de la poesía. Se genera la sensación de que estamos y no estamos en más de un solo sitio a la vez y en ninguno. ¿Es este sol, acaso un sueño? ¿La memoria es un juego de espejos? Memoria que se nos revela no fija, congelada en el pasado, como creíamos, sino en condición de mutabilidad.

Existe también un registro de obra plástica en el libro, cuatro autores: 1.- Ninfa de la fuente, Lucas Cranach. Óleo sobre tela, 1537. 2.- Bailarina. Victor Brauner. Óleo sobre tela, 1934. 3.- La puerta negra, Vicente Gandía. Acrílico sobre tela, 1982. 4.- Sin título, Bram van Velde. Litografías, 1968), que impresionan al autor y de cuyas imágenes escribe y crea su correspondiente en el poema, no hay descripciones que pretendan trasladar la visión a su versión escrita, esto es imposible e inútil, en cambio hay música, lenguaje castellano, la ninfa se canta a sí misma, se vuelve música la imagen congelada; en el poema llamado Doble haz/ Victor Brauner: “Baila/ la/ muñequita/ viola/ baila/ sola/ El/ aire/ apenas/ si/ la/ rosa”. (p. 31)

El autor, Frente a un cuadro de Vicente Gandía abre una puerta a una tercera claridad, sus palabras dan con las precisas pinceladas de la pieza de nuestro querido Vicente (quienes tuvimos la oportunidad de visitarlo en su casa en la Privada Anita, en el Vergel en Cuernavaca, podemos recordar los juegos de luces de ese espacio en diferentes horarios, que el pintor de origen valenciano creó al lado de su esposa Andrea). Alfonso D´Aquino nos abre esa puerta a una tercera claridad “… desdoblada del vidrio/ y corre sobre la alfombra verde/ matizándola/ hasta volverla casi acuática…” (p. 58)

En Sin título / Bram van Velde, Alfonso D´Aquino nos recuerda los recursos del poeta, los mecanismos de la imaginación, pues tanto el vate como el pintor han visto anteriormente la imagen y proyectan sobre la nada. El poeta no describe, hace brotar las palabras y las imágenes para decir algo eterno como un instante y así la nada se vuelve cuerpo (principio de tantos mitos del verbo hecho carne), es el instante devenido en palabra, el poema es un vacío habitado. “Misma forma sin forma/ dentro y fuera de otra forma sin forma/ saliendo de sí misma por sí sola/ des-vista/ deforme y desafiante”. Sin título / Bram van Velde. (p. 78)

Las correspondencias en los libros de Alfonso D´Aquino es también resultado de esa cuidadosa labor de escribir y de editar, de interpretar desde otra lengua las estructuras del mensaje y la forma, como si la vida fuera al final de cuentas el poema buscado. En el poema Líneas imaginarias del libro Astro Labio, escribe: Haz de astros innombrados/ un libro negro. (p. 59)

Referencias

1 D´Aquino, Alfonso. (2023). Nostalgia de Sirio. Ediciones Odradeck. Cuernavaca, Mor. México.

2 D´Aquino, Alfonso. (2011). Astro Labio. Libros Magenta. CDMX. México.

3 D´Aquino, Alfonso. (2001). Basilisco. Ediciones sin Nombre. CDMX. México.

Publicada originalmente en: La Santa Crítica